lunes, 30 de enero de 2012

ONOBA

La  antigua ciudad de Huelva se asienta sobre un triángulo formado por las desembocaduras de los ríos Tinto y Odiel, uniéndose por el norte a tierra firme. Ambos ríos eran navegables en aquella época con embarcaciones de poco calado. En este triángulo descrito se elevaban no menos de nueve colinas o «cabezos» de 50 metros de altura media, que acentuarían la ya de por sí importante situación estratégica.
"En la antigüedad fundaron los fenicios a Onoba (Huelva) -cuando los fenicios llegaron a ella ya era una población indígena-, Hispalis (Sevilla) y Gardira (Cádiz). Estas tres ciudades estaban en territorio de Tartessos, las dos primeras en la Turdetania y la tercera en la Turdulia, regiones reputadas como fenicias, según Estrabón".
La caída de Tyro a comienzos del siglo VI a.C. origina una pérdida de exclusividad del comercio fenicio, siendo entonces abundante la presencia de cerámica griega (período Tartésico final, 625-530 a.C.). A finales del siglo VI a.C. desciende la actividad constructiva, y económica en general, hasta desembocar en el mundo turdetano, con estratos de los siglos V-II a.C.
La economía de la ciudad se sustentaba en el comercio con los fenicios y en la metalurgia, dada la relativa cercanía de las minas de Riotinto y el hecho de que la ciudad se encontrara a orillas de un río Tinto mucho más caudaloso que en la actualidad que nace en las mismas minas y termina en una ría a los pies de la ciudad. Todo ello permite una expansión demográfica y un auge constructivo en el que muros y pavimentos se superponen conviviendo con las tradicionales cabañas que continúan siendo una solución constructiva hasta mediados del siglo VI a. C. En siglos posteriores (VII y VI a. C.) el comercio con los metales continúa enriqueciendo la ciudad. Hacia el siglo VI a. C. es difícil distinguir en la ciudad los elementos orientales de los inicialmente tartesios y solo destaca un contacto económico residual con los mercados griegos no apreciándose transformaciones destacables. En el siglo siguiente se produce un colapso o al menos una crisis en la economía basada en el metal, reduciéndose el tamaño del núcleo urbano y centrándose en el autoabastecimiento mediante la agricultura y la pesca. Pese a todo el asentamiento no nunca dejó de estar habitado, no encontrando un nuevo despegue hasta la llegada de pobladores romanos y la incorporación al Imperio bajo el nombre de "ONVBA AESTUARIA". Onuba Aestuaria tuvo cierta importancia sobre todo por su situación geográfica que permitió el auge del comercio metalúrgico, agrícola y pesquero. Las intervenciones arqueológicas han encontrado diversos ejemplos de arquitectura civil tanto en el centro como en la periferia, el acueducto subterráneo que atravesaba la ciudad, edificios industriales (generalmente de salazón) y funerarios (algunos se encuentran puestos en valor).
En 2006, en la zona del Seminario, se encontraron restos datados entre el 3000 y el 2500 a. C. El hallazgo de dos depósitos cilíndricos con alrededor de unas treinta piezas de deidades prehistóricas, la mayor conocida hasta el momento, situarían en la capital onubense "el poblamiento continuado más antiguo de la Península Ibérica".
A Onuba llegaron los fenicios enviados por el Oráculo, en el segundo viaje que hicieron, según Estrabón, para entablar comercio con España. Y en la isla de Saltés, que José Antonio Conde conjeturó era Tartís o Tarsis, hallaron ya un templo consagrado a Hércules Thobel. También acuñaron monedas, y en una de las mejor conservadas se ve por el anverso una cabeza con morrión y la leyenda C. Caeli Q. Publici, y por el reverso dos espigas y el nombre de Onuba entre ellas.
De época tartesia son especialmente significativos dos hallazgos en la ría y que en la actualidad se encuentran expuestos en el Museo provincial de Huelva
  • Una figura masculina datada entre los siglos VIII y VII a. C. que puede representar al dios egipcio Reshef o al dios sirio-cananeo Melqart. Este último es un dios protector del comercio marítimo localizado en zonas de importante tráfico comercial.
  • También es importante el llamado “Depósito de la ría”, conjunto de objetos hallados en 1923 compuesto por espadas, cuchillos, puntas y regatones de lanzas y fíbulas. Años después también se encontró un casco de origen griego (algunos investigadores sustenta la teoría de que Onuba eran tres ciudades: la tartesia, la fenicia e incluso la griega).