La antigua ciudad de Hadattu se encuentra, en la región siria de la alta Gezirah, corresponde a lo que actualmente se llama Arslan Tash cerca de la frontera de Turquía.
Mientras que algunos autores nos dicen que esta ciudad estaba alejada de Fenicia, otros nos dicen que Arslan Tash era una ciudad fenicia dentro de la región de Asiria.
Se trata de una ciudad o un poblado sirio-fenicio, así pues consideraremos a esta población como un enclave fenicio o en los confines de Fenicia, por tener la misma cultura y costumbres que los cananeos de la costa, aunque tampoco sabemos si realmente eran cananeos, asirios, o estaban incluidos en la propia región de Canaán, ya que sabemos que los feno-cananeos, las ciudades fenicias de la costa propiamente dichas, nunca tuvieron un imperio y siempre fueron ciudades-estado.
Allí, lejos de Fenicia, o lo que es lo mismo, en lo que era el antiguo territorio de Hadattu se encontraron dos pequeñas tablillas, muy similares entre sí, talladas. Se trata de "amuletos" - como convencionalmente pueden definirse - o, más exactamente, de objetos con aparente función "mágica". Ambas se hallan hoy en el museo de Alepo.
Los fenicios sabían labrar bien el marfil y el hueso, técnica procedente del Antiguo bronce, y la aportaron en todas sus ciudades tanto del Oriente como el Occidente, siendo su cronología desde el siglo XIII al siglo VII a C. sabiendo aprovechar bien la iconografía y el espacio.
En Arslan Tash se encontró un marfil que es la representación de una mujer mirando por una ventana, donde se ubicaba el palacio neo-asirio de Hadattu. Esta clase de relieves en los que la mujer mira por el balcón, son típicos de la región y aparecen, ya sea en marfil o en arcilla, en casi todos los poblados o enclaves de la antigua región sirio-cananea.
En el palacio de Aslan Tarsh había dos leones de piedra flanqueando la entrada del palacio de Hadatu, de ahí su nombre ya que Arslan Tash significa “La casa del León”
Al este del palacio fue descubierto un pequeño edificio llamado "La construcción de los marfiles," porque han encontrado varias tallas de marfil, , comprendidas entre los siglos IX y VIII a.C., y por eso se cree que había un taller o un lugar determinado donde se elaboraban estos marfiles tan estilizados.
Es posible que los marfiles hallados en Arslan Tash pueden provenir de tributos de colonias fenicias o saqueos a reinos circundantes, ya que se ha encontrado una placa de la cama del rey de Damasco.
El movimiento de este arte hecho o elaborado en marfil, (ya sea por saqueos o por comercio), era muy común en asiria, ya que fue un material muy apreciado en la antigüedad, sobre todo entre las altas capas sociales (los reyes no dudaban en aceptar o recibir las obras como tributos).
La fina labra del marfil, practicada especialmente por los fenicios y los asirios, provocó una masiva producción en torno al siglo IX, que casi provoca la extinción del elefante sirio, del cual acopiaban sus magníficos colmillos. Esta escasez de material a raíz de la desmesurada manufactura de las obras en marfil, hizo que se importasen piezas de marfil desde África, Tailandia y la India.
Es posible, que el marfil fuese un botín de la conquista que Asurbanipal llevada a cabo en Egipto al invadir Tebas o que se hubiese contratado a un artista fenicio para llevar a cabo tan fina y sofisticada labor.
Es posible, que el marfil fuese un botín de la conquista que Asurbanipal llevada a cabo en Egipto al invadir Tebas o que se hubiese contratado a un artista fenicio para llevar a cabo tan fina y sofisticada labor.
En los marfiles de Arslan-Tash pueden contemplarse dos genios egipcios, enfrentados, con tallos de loto en las manos, simbolizando la unión de los dos reinos. Posteriormente experimentarán variaciones en sus ropajes a manos de los fenicios.
Isis y Nephtys, las diosas egipcias protectoras de Horus, figuran en un marfil Arslan-Tash con genuinas vestiduras fenicias.
Los grifos están fielmente representados en los marfiles de Arslan-Tash.
Se integra a la mitología del Próximo Oriente este fabuloso animal alado hacia el II milenio, presentando ya cuerpo de león y cabeza de ave.
Respecto a la amplia iconografía asiria, con magníficas representaciones, podemos decir, que éstas, tienen sus paralelismos correspondientes en los yacimientos de la Península Ibérica de la Cruz del Negro y el Bencarrón.
En el mundo fenicio poseemos algunos epígrafes que, su rareza es tanta que su autenticidad misma es puesta en duda. Así ocurre con dos pequeñas «tablillas» de piedra, decoradas con figuras, incisas con inscripciones y perforadas para ser colgadas (por lo que pronto fueron consideradas «amuletos»). Fueron al parecer encontradas (en circunstancias confusas) en Arslan Tash, en la Siria interior (donde existió un importante asentamiento neo-asirio en tomo al s. VII a. C., momento al que deberían corresponder). Aunque la escritura de estas tablillas es más bien de tipo arameo, su lengua parece fenicia, si bien con rasgos especiales ((hasta el punto de que ha llegado hablarse de un dialecto «mixto» fenicio-arameo).
En los amuletos de Arslan Tash, el contenido refleja de forma directa un fragmento mínimo de las tradiciones míticas del área Siria en su época, relacionadas, pero no de forma inmediata -y tanto menos coincidente- con los testimonios ugaríticos conocidos.
Se encontró una esfinge , de pie y de perfil, que se cubre con tiara egipcia y se apoya en el árbol sagrado o árbol de la vida típicamente fenicio. Lotos, flores sagradas a pie, ambientan la escena. formalmente acusa claras influencias orientales, y fecha a mediados del IX a. C.,
La cola tiene paralelos en los grifos del cinturón de la Aliseda o en marfiles de Carmona y con el grifo de Ibiza que es de terracota.
De ámbito funerario, José Mª Blázquez defiende que debió tener pareja simétrica, y el árbol sagrado entre esfinges sería una sustitución de la diosa de la fecundidad.
Los textos encontrados en Arslan Tash están esculpidos en pequeños objetos de piedra mediante un alfabeto lineal de tradición aramea, que sostiene una lengua semítica noroccidental que remite al fenicio; el texto ugarítico está en cambio inciso sobre una tablilla de arcilla en el alfabeto cuneiforme y en la lengua semítica noroccidental característicos de la ciudad.
La artesanía sirio-fenicia en marfil conoce su apogeo entre los siglos IX y VII , documentándose en grandes cantidades sobre todo en el gran centro asirio de Nimrud (la antigua Kalhu), aunque también en Khorsabad, Arslan Tash, Samaría y Karkemish.
La vaca amamantando a su cría y la mujer en la ventana, como antes hemos dicho, son motivos representantes de todos los yacimientos sirio-fenicios.
“La vaca con su ternero”, tema bien conocido en la iconografía fenicia con un claro simbolismo de la divinidad nutricia del rey, pues alude a la iconografía de Hathor alimentando al faraón y es característico del mundo fenicio egiptizante.
La mayoría de las escenas de estas tallas de marfil representan temas variados de la vida cotidiana.
Una placa encontrada tiene una imagen de una criatura esfinge querubín y una loba en un lado. La loba parece estar devorando a un hijo. En el reverso la figura de un dios de un poco de variedad, marchando y sosteniendo un hacha. Hay una inscripción mágica primaria, así como la escritura de la esfinge, la loba y la deidad. El idioma es un dialecto del fenicio / cananeo. Puede valer la pena destacar la importancia dada al papel de las deidades femeninas (las esposas de los Hawron y Baal) en el control del demonio (s). Rosenthal supone que la loba y la Esfinge / Querubín representan demonias diferentes. Y se puede pensar que ambos representan la misma 'Lili'.
Esta placa fue fechada originalmente en los siglos VII y VI a C. Sin embargo, algunos estudios recientes han sugerido que la placa puede ser una falsificación que data de la década de 1930 . Si es auténtico, todavía hay algún problema en cuanto a si el 'Lili' se hace referencia es el mismo que el Lilitu de los mesopotámicos. Si se trata de una falsificación, por supuesto, no puede haber duda de que es Lilith, pero debe ser reevaluado como un caso especial entre los amuletos modernos.
Hasta que se descubrió Samaria y Arslan Tash, se pensaba que los fenicios imitaban a los egipcios , pero se vio que no era así ya que los fenicios desarrollaban sus propias habilidades en sus talleres.
Se ha encontrado también un timaterio cuyo paralelo esta en el Cerro del Peñón.
En los palacios aquí encontrados se encuentran mosaicos de guijarros que tienen su paralelismo en hallados en Castulo en la Península Ibérica