La presencia de los fenicios en las costas de Vélez-Málaga
y Algarrobo se produce de forma casi simultánea, tanto en la costa occidental
de Andalucía como en la oriental.
Con la fundación, hacia el 800
a.C., de la colonia de Morro de Mezquitilla se inauguró un modelo
de asentamiento colonial que se reproduciría en casi todas las colonias entre
750 y 550 a.C., como Toscanos, Chorreras, Almuñécar, Cerro del Villar
(Málaga), Abdera, Montilla y Villaricos.
El asentamiento fenicio de Morro
de Mezquitilla es de los más antiguos del período cultural de las
colonizaciones en la Península Ibérica, remontándose su cronología a
momentos del siglo IX a.n.e. Por otro lado Chorreras permite conocer el
urbanismo de una colonia oriental del siglo VIII a.n.e. como en pocos casos
dentro del ámbito fenicio del Mediterráneo occidental. A ello contribuye sobre
todo su estado de conservación y el hecho de tratarse de un yacimiento monofásico.
El yacimiento de Morro de
Mezquitilla se sitúa en el margen oriental del río Algarrobo, sobre una colina
amesetada. Este promontorio ha sido documentado como una península en
época fenicia, según los estudios geoarqueológicos realizados, aunque la fuerte
sedimentación fluvial ha alejado el asentamiento de la actual línea de costa.
Aunque los restos más antiguos de
poblamiento en esta colina corresponden al Calcolítico
(segunda mitad del tercer milenio), la ocupación más significativa es la de un
poblado de época fenicia arcaica, entre finales del siglo IX y el VI a.n.e.
Existen además restos del período romano hasta el siglo I a.n.e. que afectaron
en buena parte a las estructuras del último momento púnico, junto con otros
hallazgos de momentos más recientes.
Las estructuras localizadas en
este yacimiento son principalmente viviendas y habitáculos de planta
cuadrangular que responden a un urbanismo característico. También de gran importancia son
los hornos metalúrgicos encontrados en la misma área que son interpretados como
pertenecientes a una zona de reciclado de metal o herrería. El material
encontrado, en líneas generales, es por su antigüedad y variedad de una
importancia capital en los estudios del mundo fenicio arcaico en la Península
Ibérica.
Se
establecen en un pequeño asentamiento portuario, con unembarcadero en la ladera
occidental, donde pudo existir el primer núcleo poblacional. Se ha constatado
arqueológicamente que en el sector meridional de la cima de la colina hubo un
área de talleres. El núcleo es un hábitat organizado donde las viviendas se
articulan a lo largo de una calle central. Los talleres estuvieron dedicados a
la fundición del hierro y a la forja del mismo.
Morro de Mezquitilla supuso la base del poblamiento
fenicio en la costa de Vélez, lamentablemente no se conoce el nombre fenicio de
esta colonia. Era un centro urbano portuario, con embarcadero en la ladera
occidental, y una escala obligada en la ruta naval hacia el Atlántico. En su
primera fase de ocupación se vincula con un modesto emplazamiento en la ladera
occidental de la colonia, entre el puerto (una pequeña ensenada marítima al
suroeste del promontorio) y la cima del cerro. De este primer establecimiento
se han conservado vestigios de casas de madera y, a las afueras, un barrio de
talleres y hornos metalúrgicos, orientados hacia el mar y dedicados a la
elaboración de objetos de hierro, que entran por primera vez en la Península
Ibérica, lo que nos indica el carácter industrial y comercial en los inicios de
la colonización. A finales de la mitad del siglo VIII a.C. es ya un importante
centro urbano con un crecimiento económico espectacular, pues la colonia pasó a
ocupar casi toda la superficie de la colina y se levantaron numerosos edificios
articulados por una red de calles. Las nuevas viviendas eran más sólidas y
sofisticadas, con formas rectangulares y construidas con paredes de ladrillos
de adobe revocadas con arcilla, erigidas sobre sólidos zócalos de piedra. Se
trata de una técnica arquitectónica típicamente oriental, en la que predominan
los techos planos y los altillos y sótanos, que aún hoy se conservan en muchas
zonas del Próximo Oriente asiático.
La calidad y superficie de algunas
de estas construcciones domestican advierten de la presencia de personajes de
alto nivel social, de prósperos mercaderes y comerciantes, que debieron de
enriquecerse gracias al comercio con las comunidades indígenas del
interior y hacían ostentación de su opulencia mediante lujosas residencias en
las colonias y sepulturas fastuosas.
En la segunda mitad del siglo
VIII a.C. se produce una auténtica expansión colonial en las costas
de Andalucía, de forma destacada en la franja comprendida entre Málaga y
Almería, que aparecerá ocupada por una serie de establecimientos de diversa
entidad. Pero será sobre todo en la zona de Málaga y, de forma especialmente,
en las costas de Vélez, donde se registre la mayor concentración de
asentamientos fenicios de época arcaica de todo el Mediterráneo occidental.
Este territorio costero es uno de los mejores conocidos y explorados de la
Península, gracias a las investigaciones iniciadas por el Instituto
Arqueológico Alemán y, más recientemente, por el Dpto de Arqueología del
Ayuntamiento de Vélez - Málaga. Ello significa que los datos arqueológicos
obtenidos en esta zona pueden reflejar una situación mucho más cercana a la
realidad que los procedentes de otras regiones de Occidente.
Cerámica a
torno con engobe rojo.
Pieza de cuerpo globular con pie ligeramente resaltado.
El cuello es cilíndrico, decorado con una moldura de donde parte una pequeña
asa doble que llega hasta el hombro. La boca se abre en un amplio perfil
horizontal, lo que le da el nombre de boca de seta. Los fenicios la utilizaban
para contener perfume o vino. Esta pieza es muy antigua y fue hallada en Morro
de Mezquitilla, yacimiento que ha dado alguna de las más remotas dataciones de
la presencia fenicia en la península ibérica. El asentamiento de Morro de
Mezquitilla fue construido sobre un antiguo poblado de la Edad del Cobre,
abandonado en la Edad del Bronce, pero que a partir de la llegada de los
fenicios ofrece seis niveles de ocupación.