miércoles, 25 de enero de 2012

GADIR

Gadir fue fundada por tirios ochenta años después de la Guerra de Troya (Hist. Rom. 1:2, 3), lo que arroja la fecha de 1104-1103 a.C. para la fecha de fundación de Gadir Sin embargo, la arqueología no parece documentar ninguna actividad fenicia antes del VIII a.C. Además, ya vimos como el contexto cultural en el que este historiador se formó no es el más adecuado para reforzar la veracidad de sus palabras.
Estrabón por su parte, recoge el mito de fundación de Gadir y nos lo transmite en los siguientes términos:
"Sobre la fundación de Gádeira, he aquí lo que dicen recordar los gaditanos: que cierto oráculo mandó a los tirios fundar colonias en las Columnas de Heracles; los enviados para hacer la exploración llegaron hasta el estrecho que hay junto a Calpe y creyeron que los promontorios que forman el estrecho eran los confines de los tierra habitada y el término de las empresas de Heracles, suponiendo entonces que allí estaban las columnas de las que había hablado el oráculo, echaron el ancla en cierto lugar de más acá de las Columnas, allí donde los exitanos. Más como en este punto de la costa ofreciesen un sacrificio a los dioses y las víctimas no fueran propicias, entonces se volvieron. Tiempo después fue enviada una nueva expedición que atravesó el estrecho, llegando hasta una isla consagrada a Heracles, situada junto a Onoba en Iberia, y a unos mil quinientos estadios fuera del Estrecho; como creyeron poder identificar este lugar con las Columnas los tirios sacrificaron de nuevo a los dioses; más otra vez fueron adversas las víctimas, y regresaron a la patria. En la tercera expedición fundaron Gadeira en el lugar en el que acabó su viaje: el templo fue construido al oriente de la isla, la ciudad al occidente" (Estrabón 3.5.5).
Lo interesante de este relato de fundación es observar el importante papel que enjugó desde un principio el templo de Melqart de Tiro en la nueva fundación y, por otra parte las precisas orientaciones geográficas que el oráculo da a los expedicionarios, algo que puede indicar un conocimiento preciso de la riqueza de la zona antes de emprender el viaje. Además, la importancia de Melqart desde la fundación es un elemento que nos ofrece un marco cronológico importante, ya que este culto sólo se desarrolla en Tiro a partir de los siglos X-IX a.C., por lo que queda invalidada la fecha ofrecida por Veleyo Patérculo50.
En la segunda parte del trabajo se abordaron las dificultades que surgen al intentar atravesar el estrecho, algo que haría muy difícil la llegada al sitio de Cádiz por mar. Este hecho nos ilustra sobre los grandes beneficios que los fenicios esperaban obtener y obtuvieron de dicha fundación, ya que si no se explica que se interesasen por una zona de tan difícil acceso. Así, Gadir se situó junto a la desembocadura del Guadalete y no lejos del valle del Guadalquivir y se encontraba en una zona estratégica que permitía el acceso directo a los recursos de metales del interior, así como, al comercio con la población tartesia situada al Norte. Además, la situación del establecimiento en una isla ofrecía seguridad frente a posibles amenazas venidas tanto del continente como del mar.
Las fuentes clásicas, sobre todo Plino, aunque también Estrabón o Pomponio Mela, hablan del emplazamiento de la Gadir fenicia en un archipiélago formado por tres islas: Erythea, donde se encontraba la zona de hábitat y que también recibía el nombre de Afrodisias o Ínsula Iunionis, Kotinoussa, la isla mayor en cuyo extremo oriental se encontraba el famoso Herakleion gaditano (en la actual isla de Sancti Petri) y , por último la tercera isla, Antípolis, que se identifica con la isla de León.
Sin embargo, en la actualidad, los cambios geomorfológicos en la zona han provocado que hoy en día sólo sea visible una isla alargada unida a la costa. Sólo gracias a recientes trabajos geomorfológicos y arqueológicos se ha podido confirmar y reconstruir la geografía antigua de la zona, confirmándose de este modo punto por punto la información que las fuentes ofrecían. Así, se identificó un canal, llamado de Bahía-Caleta, que antiguamente separó en sentido perpendicular a la costa, la isla de Cádiz en su extremo Norte en dos islas diferentes. La isla que quedaba más al norte poseía unos 1500 metros de diámetro y allí se identificó los niveles más arcaicos (sobre la pequeña elevación de Torre Tavira), esta colonia tendría una extensión muy reducida, aproximadamente diez hectáreas) y poseía según las fuentes un santuario dedicado a Astarté que podría situarse en la actual Punta de la Nao. La colonia tiria poseía así, un perfecto puerto cerrado, el canal de Bahía-Caleta, que le ofrecía grandes prestaciones.
La isla que quedaba al sur del canal y que era la más extensa, se identificó como la Kotinoussa de las fuentes. En el extremo norte de esta isla, el más cercano al antiguo canal de Bahía-Caleta, se localizó la necrópolis púnica de V al III a.C. , la necrópolis de Puntas de Tierra, aunque recientes hallazgos de tumbas de época fenicia arcaica sitúan también allí la necrópolis de tiempos de la fundación. Por el contrario, en el extremo sur de la isla se situó el famoso templo dedicado al Melqart tirio que actualmente se ha querido situar en la isla de Sancti Petri debido al hallazgo allí de una sería de restos de lo que posiblemente fue un templo junto con una serie de posibles exvotos de datación muy antigua. Otro santuario se localiza en el extremo noroeste de la isla, al oeste de la necrópolis arcaica y púnica, este estuvo situado en el actual promontorio de San Sebastián y estaba dedicado a Baal Hammón según las fuentes.
La tercera isla se identifica con la actual isla de San Fernando (antes llamada isla de León) y parece ser que no estuvo habitada hasta época romana.
Pero Gadir no sólo dominó estas tres islas, también dominó un amplio espacio frente a la desembocadura del Guadalete que abre el acceso al Guadalquivir, la principal vía de comunicación hacia las zonas interiores de Andalucía o lo que es lo mismo, hacia los recursos de metales codiciados por los fenicios. Esta influencia gaditana en el continente queda demostrada por el hallazgo de materiales fenicios en los poblados indígenas del interior, caso del poblado del Castillo de Doña Blanca.
Si aquí no nos referimos a las características urbanísticas de Gadir, así como a sus lugares de culto es debido a la dificultad que el desarrollo de la arqueología encuentra en la ciudad, ya que Cádiz ha sido una zona habitada ininterrumpidamente desde el siglo VIII a.C., época de llegada de los primeros fenicios hasta la actualidad.