miércoles, 8 de febrero de 2012

LOS DELFINES

En la antigüedad, fenicios, griegos, romanos y otros pueblos, consideraban  a los mamíferos marinos  como “criaturas sagradas” de almas humanas reencarnadas que representaban la gran fuerza y el poder del mar, este fue el caso, de los delfines y las ballenas del Mar Mediterráneo.
El delfín podía ser un atributo de Melqart que en origen fue un dios de carácter agrícola y marinero  y a aparece en algunas monedas de Cástulo y otras poblaciones.
Los antiguos navegaban bajo el emblema de Isis sosteniendo con ambas manos una vela hinchada. El presagio de una navegación feliz era el delfín por lo cual vino su representación a ser el símbolo que llevaban todas las naves.
 La aparición del delfín es símbolo en el mundo fenicio, griego y romano de actividades comerciales marítimas y de buenos augurios para la navegación, unido al carácter comercial.
 Los inicios de la moneda en Gades, a principios del siglo III a.C., guardan relación con el ambiente industrial y comercial de las salazones (el análisis iconográfico de los tipos monetales muestra un panorama que refleja la realidad económica). Entre los temas recurrentes predominan los alusivos al mar, encontrándose sobre todo atunes y delfines, que frecuentemente aparecen asociados a representaciones de Melqart, lo que evidencia una protección del dios gaditano sobre la principal actividad económica de la ciudad
   En una de las excavaciones se encontró un  anillo de oro fenicio en la Casa del Obispo de Cádiz, en el cual podemos ver los dos delfines uno de los símbolos de la ciudad de Gadir.
 El arte fenicio dotado, de naturaleza religiosa y simbólica, pone de manifiesto la importancia del mar en el marco de las creencias religiosas siendo barcos, delfines y atunes, los elementos preferidos en su decoración.
 Era el fiel acompañante y amigo de los navegantes y símbolo parlante de la calma marítima.
 Los delfines se encuentran también en El palacio de Cnosos es una perfección desde las instalaciones sanitarias hasta los bellísimos frescos de las paredes de los aposentos de la reina.
Algunos historiadores nos dicen que el delfín era el símbolo de la diosa Tanit, otros historiadores nos cuentan que el delfín es el símbolo del Dios Apolo, que según los relatos mitológicos de la antigüedad  se convirtió  en un delfín para cruzar el mar, mientras viajaba.

     Los fenicios se apresuraron en fundar Gadir y Lixus en el 1200 a.c. antes de colonizar otros puntos hacia atrás en el Mediterráneo: Malaka, Sex, Ebusus ya que  el atún se pescaba en el mar Negro y todo el Mediterráneo, etc.
     El delfín se podría considerar como un guardian o un protector al cual representaban en sus monedas, como queriendo decir que les diese abundancia de todo y los protejese de cualquier mal.
     Muchos objetos artísticos grecorromanos exhiben al Delfín como atributo de Apolo, irradiación luminosa, dios solar. El Delfín y la luz se manifiestan en muchas lámparas del periodo pagano.
     El Delfín que protege, que salva, aflora en leyendas griegas. Delphis, la palabra griega para Delfín, dio su nombre al máximo santuario del dios solar Apolo y uno de los fundamentales oráculos del Mediterráneo antiguo: el Oráculo de Delfos.
     Los Animales consagrados a ese lugar de culto y adivinación fueron los Delfines. Se consideraba que ningún ser de la Creación era más divino que los Delfines, ya que existían con anterioridad al hombre y compartían las ciudades con los mortales, pero por orden de Dionisio, hermano de Apolo, pasaron de la tierra a los mares y entonces tomaron la forma de los peces.  
   Piscis es el duodécimo signo del zodíaco, su nombre proviene del latín, y significa los peces. Los asirios llamaban a esta constelación Manu (el pez), y los fenicios Dagon (cola de pescado). Los griegos dicen que Piscis es la reencarnación estelar de los delfines de la carroza de Anfitrite, la reina del mar, esposa de Poseidón.
    Los delfines eran o serían unos emisarios  o mensajeros enviados por los dioses para proteger  y prestar ayuda a las personas que la necesitasen.
    Desde la antigüedad, los delfines han sido símbolos de espiritualidad, afecto, felicidad y excelencia. Los griegos les llamaron “ángeles de los mares”. Actualmente, los delfines se han convertido en símbolo de sinergia, agilidad e inteligencia.
     Eran animales consagrados a los dioses, así en Grecia lo estaban con Afrodita y Apolo.
  En muchas monedas  halladas se han representado atunes, como también delfines, por tanto podría decirse en plan hipotético que también hacían salazones de delfín, o por lo menos podrían hacer, ya que tenía una buena carne.
 Nada se sabe ni se dice en las fuentes clásicas sobre la caza o la pesca del delfín, pero se puede pensar que hacían lo mismo que con los atunes.
    Claudio Eliano y su obra Historia de los Animales. En ella, además de hablar de los atunes y las almadrabas, cuenta la historia de las orcas en el mediterráneo, pero al igual que en las costas gaditanas, con otro apelativo: el de Carnero Marino. En él, no solo nos habla de las orcas, lo que predan y donde pasan el invierno (curiosamente en la misma zona que dominaron los Fenicios, el estrecho entre Córcega y Cerdeña, también costas de almadrabas) sino que relata una leyenda que refieren los pobladores de las costas del OCEANO (o sea de las costas de Cádiz y Marruecos atlánticos, donde hay almadrabas y presencia de orcas en abundancia.