Reshef era un dios conocido ya hacia el tercer milenio a.C., en Ebla.
Era un dios de carácter guerrero, dueño de las calamidades, que se asimiló a Nergal y a Nubadig, dios de la guerra, alcanzando una gran veneración en Egipto a partir del Reino Nuevo, adonde llegó posiblemente procedente de Siria. Entonces Amenofis II tomó a Reshef como su genio protector, asimilándole al dios egipcio de la guerra, Montou, y asociándolo a Astarté. En una de sus representaciones Reshef va armado con lanza, escudo, hacha y lleva puesto un gorro cónico sobre la cabeza, en actitud de combatir a los enemigos así se representaba a veces a los faraones en la guerra. En Ugarit, Reseft fue identificado con Nergal y en Idalión (Chipre), con Apolo. Reseft es mencionado en textos mitológicos ugaríticos, como en la epopeya de Kirta y la Yegua y Horon.
En las inscripciones fenicias se le llama "Resef del Jardín" (rshp gn) y "señor de la flecha" (b`l chtz). En inscripciones bilingües fenicio-hititaa se refieren a él como "dios ciervo" o "dios gacela". La antigua ciudad de Arsuf, en el centro de Israel todavía lleva el nombre de Reshef, miles de años después de que hubiese cesado su culto. En egipcio era Reshepu o Reshpu y en su mitología, llegó a ser un dios guerrero, "Señor del cielo" y "Señor de la eternidad", proveniente de la tierra de los cananeos y más tarde un popular dios protector que escuchaba las plegarias de sus fieles, "el que escucha las plegarias" y curaba las enfermedades. Su culto se introdujo a partir del Imperio Nuevo, cuando los soldados egipcios en Siria lo trajeron de vuelta a Egipto, como otros compatriotas divinos (Qadesh, Astarté, Baal). Por eso se le representa como gerrero con barba asiria y con el símbolo de la gacela como era representado allí. Llegó a ser popular bajo Amenhotep II (dinastía XVIII), como dios de los caballos y carros. Originalmente fue adoptado en el culto real y Reshef llegó a convertirse en una deidad popular en el período ramésida, al mismo tiempo que desaparecía de las inscripciones reales. En este último período, fue representado con cabeza de carnero, armado con escudo, lanza y hacha, y a menudo, junto a Qetesh y Min. Considerado el marido de la diosa Qadesh y padre de Min (aunque otras fuentes lo identifican como compañero de la diosa Itum), como "el que contesta las oraciones", el culto de Reshef se difundió a todos los niveles de la sociedad, velando por la riqueza y el bienestar sus devotos. Su poder combativo se podía dirigir a luchar contra las enfermedades que aquejaban a la gente. El texto de una antigua fórmula apotropaica invocaba el nombre de Reshef, junto con el de Astarté, como remedio a la acción del demonio al que se atribuía la causa del dolor abdominal. En su doble aspecto del dios guerrero y curandero, combinaba en sí mismo las polaridades opuestas de la vida y la muerte. Reshef era conocido en Egipto y en el Cercano Oriente como Reshep-Shulman. Una región de la orilla oriental del Nilo era conocida como "Valle de Reshep" y fue objeto de culto, principalmente, en Egipto, Deir el Medina y Heliópolis. RESEF era un dios guerrero, poderoso, dotado de la capacidad divina de aniquilar y provocar ingentes calamidades, lo que hacia que fuera muy respetado y a la vez temido, siendo, por ello, objeto de gran veneración. Esta divinidad, probablemente de origen sirio, ya era conocido y adorado por los fieles desde el III milenio a . c en Ebla ,donde existían numerosos santuarios levantados en su honor. Su culto traspaso fronteras, llegando a tener gran prestigio en lugares como Egipto, sobre todo en tiempos del Faraón Amenofis II, que acabo asimilándolo al dios Montou (dios de la guerra egipcio). En las diversas representaciones de Resef que han llegado hasta nosotros, aparece frecuentemente asociado a una iconografía plenamente guerrera y en actitud combativa, algo lógico, si tenemos en cuenta que hacia los enemigos se mostraba cruel y vengativo, y así lo atestiguan los escritos del Antiguo Testamento que hacen referencia a Resef. Resef se encuentra en el tercer milenio adorado por los fieles de Ebla., según vemos en las famosas “tabletas de Ebla” (Tell Mardikh) como Rasap o Ra-sa-AP. Él aparece como la divinidad de las ciudades de Atanni, gunu, Tunip , y Siquem . Rasap es también uno de los dioses principales de la ciudad de Ebla tener una de las cuatro puertas de la ciudad que lleva su nombre.
En las inscripciones fenicias se le llama "Resef del Jardín" (rshp gn) y "señor de la flecha" (b`l chtz). En inscripciones bilingües fenicio-hititaa se refieren a él como "dios ciervo" o "dios gacela". La antigua ciudad de Arsuf, en el centro de Israel todavía lleva el nombre de Reshef, miles de años después de que hubiese cesado su culto. En egipcio era Reshepu o Reshpu y en su mitología, llegó a ser un dios guerrero, "Señor del cielo" y "Señor de la eternidad", proveniente de la tierra de los cananeos y más tarde un popular dios protector que escuchaba las plegarias de sus fieles, "el que escucha las plegarias" y curaba las enfermedades. Su culto se introdujo a partir del Imperio Nuevo, cuando los soldados egipcios en Siria lo trajeron de vuelta a Egipto, como otros compatriotas divinos (Qadesh, Astarté, Baal). Por eso se le representa como gerrero con barba asiria y con el símbolo de la gacela como era representado allí. Llegó a ser popular bajo Amenhotep II (dinastía XVIII), como dios de los caballos y carros. Originalmente fue adoptado en el culto real y Reshef llegó a convertirse en una deidad popular en el período ramésida, al mismo tiempo que desaparecía de las inscripciones reales. En este último período, fue representado con cabeza de carnero, armado con escudo, lanza y hacha, y a menudo, junto a Qetesh y Min. Considerado el marido de la diosa Qadesh y padre de Min (aunque otras fuentes lo identifican como compañero de la diosa Itum), como "el que contesta las oraciones", el culto de Reshef se difundió a todos los niveles de la sociedad, velando por la riqueza y el bienestar sus devotos. Su poder combativo se podía dirigir a luchar contra las enfermedades que aquejaban a la gente. El texto de una antigua fórmula apotropaica invocaba el nombre de Reshef, junto con el de Astarté, como remedio a la acción del demonio al que se atribuía la causa del dolor abdominal. En su doble aspecto del dios guerrero y curandero, combinaba en sí mismo las polaridades opuestas de la vida y la muerte. Reshef era conocido en Egipto y en el Cercano Oriente como Reshep-Shulman. Una región de la orilla oriental del Nilo era conocida como "Valle de Reshep" y fue objeto de culto, principalmente, en Egipto, Deir el Medina y Heliópolis. RESEF era un dios guerrero, poderoso, dotado de la capacidad divina de aniquilar y provocar ingentes calamidades, lo que hacia que fuera muy respetado y a la vez temido, siendo, por ello, objeto de gran veneración. Esta divinidad, probablemente de origen sirio, ya era conocido y adorado por los fieles desde el III milenio a . c en Ebla ,donde existían numerosos santuarios levantados en su honor. Su culto traspaso fronteras, llegando a tener gran prestigio en lugares como Egipto, sobre todo en tiempos del Faraón Amenofis II, que acabo asimilándolo al dios Montou (dios de la guerra egipcio). En las diversas representaciones de Resef que han llegado hasta nosotros, aparece frecuentemente asociado a una iconografía plenamente guerrera y en actitud combativa, algo lógico, si tenemos en cuenta que hacia los enemigos se mostraba cruel y vengativo, y así lo atestiguan los escritos del Antiguo Testamento que hacen referencia a Resef. Resef se encuentra en el tercer milenio adorado por los fieles de Ebla., según vemos en las famosas “tabletas de Ebla” (Tell Mardikh) como Rasap o Ra-sa-AP. Él aparece como la divinidad de las ciudades de Atanni, gunu, Tunip , y Siquem . Rasap es también uno de los dioses principales de la ciudad de Ebla tener una de las cuatro puertas de la ciudad que lleva su nombre.