Tanto los Fenicios como los Cartagineses llevaron sus dioses y sus cultos a lo largo de todo el Mediterráneo, y lograron que fueran admitidos por los indígenas. En la Península Ibérica son, Cádiz y Cartago Nova los dos centros con mayor número de templos dedicados a divinidades semitas. Será en esta segunda ciudad donde podemos identificar con seguridad la existencia de un templo dedicado a Eshmun. De este hecho tenemos referencia por la descripción de la ciudad realizada por Polibio:
«La colina más alta está al Este de la ciudad y se precipita en el mar; en su cima se levanta un templo a Asclepio . Hay otra colina frente a ésta, de disposición similar en la cual se edificaron magníficos palacios reales, construidos, según se dice, por Asdrúbal, quien aspiraba a un poder monárquico.
El Templo de Eshmún, ubicado en la colina de Birsa (o Byrsa), fue la construcción más destacada de la Cartago púnica (actual Túnez). El templo estaba dedicado a Eshmún, el dios sanador, y uno de los principales dioses del panteón fenicio. Tras la conquista romana de la ciudad en 146 a. C., que dio fin a la Tercera Guerra Púnica, los invasores demolieron por completo el templo, por lo que no se conserva ningún resto del mismo.
Eshmun también ha sido identificado con otras divinidades entre las que cabe destacar a Adonis.
El dios aparece representado como un joven cazador que se encarga de alimentar a los hombres y en su templo de curarlos. La figura del gallo allí representada nos pone en relación con su misión sanadora, no debemos olvidar que el gallo está íntimamente relacionado con el culto a Asclepio como reflejan las últimas palabras de Sócrates.
Eshmun nombre significa 'ocho', y la razón que dio su Sakkun-yaton es que él era el octavo hijo. Su padre y su madre Resef y una de las diosas Kathirat. Sus primeros siete niños fueron conocidos como los Qabirim, y eran feos y monstruosos. Pero Eshmun, el octavo, era guapo y joven. Él era el deseo de muchas diosas. Además, Eshmun se dice que han nacido en un montón de cenizas. Mientras caminaba un día, la diosa Astarte lo divisó y lo persiguió con la intención de seducirlo. Eshmun corrió hacia el río Awali ante la diosa lo alcanzó. Por miedo y pánico repentino, Eshmun tomó un cuchillo y se castró, el corte de sus genitales y tirarlos en el suelo en esa zona. Sin embargo, el joven dios se desangró hasta morir como resultado de su acción. Astarte llevó el dios muerto en una cueva cercana y le devolvió a la vida con su poder. Surgido una vez más, se convirtió en un dios Eshmun inframundo.
La identificación de Asclepio como un dios oriental no es un hecho aislado, así en Egipto se le relaciona con Imhotep, alcanzando un gran desarrollo su culto en los santuarios de Menfis y Tebas.
La religión fenicia se caracteriza por el hecho de que cada ciudad escogía de su amplio panteón sus dividades, protectoras. En cada ciudad se puede encontrar una triada de deidades, formada por «un dios protector de la ciudad; una diosa, frecuentemente su esposa o compañera, que simboliza la tierra fértil, y un dios joven, de algún modo conectado con la diosa (usualmente su hijo), cuya resurrección expresaba el ciclo anual de la vegetación» (S. Moscati, 1968:36).
Estos papeles corresponderían a Baal, Astarté y Eshmun en Sidón.
Otra forma de identificar el culto a Eshmun en la Península Ibérica ha sido a través de una placa de bronce de Es Cuyram. Esta placa aparece con una inscripción distinta en cada cara, apareciendo en ambos lados un teóforo de Eshmun distinto. En la inscripción más antigua, datada entre los siglos IV-III a. C, aparece el nombre 'SMNHLM ('Esmunhilles) cuya traducción aproximada sería «Eshmun libera».
La deidad fenicia Eshmun era un dios de la curación, así como el nombre de Jason significa "sanador" y en su encarnación más temprana fue probablemente también estrechamente asociado con las plantas medicinales y curativas.